martes, 15 de junio de 2010

La Iglesia


Mi abuelo atesoraba sabiduría popular y un día me dijo: Aunque el mundo se acabe, iglesias y tabernas nunca cerrarán.


Hoy, cuando todas las verdades inmutables se están viniendo abajo, esto también falla. La iglesia de mi barrio ha cerrado por falta de mano de obra, es que los chavales ya no quieren ser curas.

El cierre me ha producido un gran disgusto, aunque no tan grande como cuando en el 75 dobló Paco I el asesino; entonces me alivié la pena con un Vega Sicilia del 69 que teníamos preparado para la ocasión. Hoy, que me ha pillado por sorpresa, me conformaré brindando con un Fino Quinta, que tampoco es moco de pavo.

2 comentarios:

  1. Que cierren una iglesia, la verdad es que me resulta indiferente. Aunque creo que más que por falta de curas será por falta de feligreses que se retraten en el cepillo. Lo que si me ha dolido es que haya cerrado "el doblón" en mi antiguo barrio. Desde que me vine a Azuqueca, sus ingresos se vieron minorados de forma notable y la crisis le han dado la puntilla, a uno de esos lugares dónde las cañas marcaban con anillos de espuma los sorbos.
    Un abrazo

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  2. Ah! Buen estreno para el 24-105, aunque sea pasado por agua.

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