miércoles, 2 de junio de 2010

La crisis



Hace unos cuantos días, uno de los sabios de este país y gobernador del Banco de España, M. A. Fernández Ordóñez (192.000 € le pagamos entre todos + otros registros y gabelas desconocidos) debió llegar al despacho con ánimo altruista y pensó ayudar a los demás. Echó mano al bolsillo, sacó el talonario y ¡zas! Nos extendió una receta para aliviar nuestros males: Reforma laboral urgente.

¡Ostia! pensé yo, buen tío este que nos va a solucionar algo por lo que no le pagamos. Al rato me di cuenta de que se había metido en jardín ajeno y el suyo lo tenía sin podar: Los bancos con más trampas que una película de chinos y las cajas con más agujeros que un gruyere. Precisamente los causantes de nuestros males actuales

Llevo bastantes semanas soportando el pensamiento único que tratan de imponernos los medios de comunicación –sea cual sea su color- para salir de la crisis: reducir gasto, salarios públicos y privados –estos ya se han reducido más que aquellos- congelar pensiones y varias lindezas más que nos irán imponiendo. Llegado a este punto no acierto a entender cómo vamos a dinamizar la economía si no vamos a poder consumir y si no consumimos, no produciremos y si no producimos, aumentará el paro y si aumenta el paro el Estado gastará más y si gasta más, aumentará la deuda y será más cara

Acabo de leer un artículo del profesor Vicenç Navarro http://www.vnavarro.org/?p=4321en el que nos dice que el problema de Europa no es Grecia, ni España, sino Alemania. En él derrocha coherencia y al final llega a la siguiente conclusión: “La solución alternativa es el aumento muy notable de la demanda (a base de aumentar la masa salarial y el gasto público), permitiendo una inflación moderada y que estimule el crecimiento económico, con el cual pagar la deuda, con el establecimiento, además, de bancas públicas que garanticen el crédito. Y a esto la banca dice que ni pensarlo, y todos los grandes medios de persuasión, a pies juntillas, dicen AMÉN. Los cinco rotativos más importantes del país han escrito editoriales apoyando las propuestas del Fondo Monetario Internacional, el centro (junto con el BCE) de la ortodoxia neoliberal hoy en el mundo. Y así nos va.”

1 comentario:

  1. Que le pregunten a los países del Tercer Mundo, cómo les va siguiendo las directrices del FMI.
    Un saludo

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